LOS DOS TESTIGOS

 

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Antes del gran cataclismo que se avecina, hablarán los dos testigos. Antes de la pavorosa catástrofe que se acerca, los cielos se abrirán con grande estruendo y las multitudes humanas de Marte, Mercurio, Venus y otros mundos, vendrán a la tierra en sus astronaves. Las humanidades hermanas de otros planetas, vendrán para Enseñarnos la ley y el orden. Se nos dará la oportunidad de escuchar al Hijo del Hombre.

                         

Entonces... ¡Ay de los que repudien al Hijo del Hombre! ¡Ay de los que rechacen el Gran Arcano!... ¡Ay de los que sigan derramando el semen!

 

El hombre de la tierra se ha lanzado a la conquista del espacio y pronto tocará con sus astronaves a las puertas de otros mundos habitados. El resultado de su atrevimiento será la respuesta del Hijo del Hombre: "Entonces él vendrá sobre las nubes del cielo y todo ojo le verá".

 

El Hijo del Hombre es la Humanidad Divina. El Hijo del Hombre son multitudes superiores de otros mundos habitados.

 

Cada cohete cósmico disparado al espacio, nos acerca más al gran acontecimiento cósmico. ¡Ay de los que no acepten la última palabra del Hijo del Hombre! ¡Después vendrá el gran cataclismo!

 

"El segundo ay es pasado; he aquí el tercer ay vendrá presto" (Ap. 11: 14).

 

"Y el séptimo ángel tocó la trompeta, y fueron hechas grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo, han venido a ser los reinos de nuestro Señor, y de su Cristo, y reinará para siempre jamás" (Ap. 11: 15).

 

"Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus sillas, se postraron sobre sus rostros y adoraron a Dios, diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, que eres y que eras, y que has de venir; porque has tomado tu grande potencia y has reinado" (Ap. 11: 16, 17).

 

"Y se han airado las naciones, y tu ira es venida, y el tiempo de los muertos para ser juzgados, y para que des el galardón a tus siervos los profetas, y a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeñitos y a los grandes, y para que destruyas los que destruyen la tierra (los buitres de la guerra y los científicos del anticristo)" (Ap. 11: 18).

 

El juicio final ya fue hecho el 12 de abril del año 1950. Los dioses juzgaron a la gran ramera y la consideraron indigna. La sentencia de los dioses fue: ¡Al Abismo! ¡Al Abismo! ¡Al Abismo! La tierra pasará por un proceso de desintegración y de reintegración planetaria. El día, ni la hora, nadie lo sabe, sino el Padre.

 

"Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su testamento, fue vista en su templo. Y fueron hechos relámpagos, y voces y truenos, y terremotos y grande granizo" (Ap. 11: 19).

 

El arca del testamento es el sexo. El arca del testamento es el arca de la ciencia. El arca del testimonio es el arca de la alianza. Dentro del arca del testamento está la vara de Aarón, símbolo del Phalo; y el vaso, y Gomor, lleno del maná, símbolo del útero (Véase Éxodo 16: 31-36).

 

En la unión del Phalo y del Útero se halla la clave de todo poder. Dentro del arca de la ciencia están las tablas de la ley.

 

Todo aquel que viole el decálogo divino, se hundirá en el abismo. Sólo en el arca del testamento lograremos el milagro de nuestra salvación.

 

Capítulo  22

“Los Dos Testigos”

Libro: Mensaje de Acuario

Samael Aun Weor